viernes, 14 de enero de 2011

Alas sin mí - Michael Jackson*


Era agosto, y yo estaba mirando al cielo. Con una mano protegiendo mis ojos, divisé un halcón elevándose en las corrientes del arremolinado aire. Más alto y más alto volaba, hasta que con un esquivo inverosímil, desapareció.

Inmediatamente me sentí dejado de lado. “¿Por qué extiendes tus alas sin mí?” me lamenté. Entonces mi espíritu dijo, “La manera en la que vuela el halcón no es la única. Tus pensamientos son tan libres como cualquier pájaro.” Así que cerré mis ojos y mi espíritu despegó, volando tan alto como el halcón y entonces luego, allí estaba yo mirando hacia abajo sobrevolando la tierra. Pero había algo mal. ¿Por qué me sentía tan frío y solo?

“Extendiste tus alas sin mí” dijo mi corazón. “¿Qué tiene de bueno la libertad sin amor?” Así que fui silenciosamente a la cama de un niño enfermo y le canté una nana. Se quedó dormido sonriendo, y mi corazón despegó, uniéndose a mi espíritu mientras éste daba vueltas a la tierra. Entonces fui libre y con amor, pero todavía había algo mal.

“Extendiste tus alas sin mí” dijo mi cuerpo. “Tus vuelos son sólo imaginación.” Así que miré en libros que antes había ignorado y leí sobre santos de todas las épocas que realmente podían volar. En India, Persia, China y España (¡incluso en Los Ángeles!), el poder del espíritu ha logrado entrar, no sólo en el corazón, sino en cada célula del cuerpo. “Como llevada en alto por una gran águila,” dijo Santa Teresa, “mi éxtasis me elevó al aire.”

Empecé a creer en esta increíble hazaña, y por primera vez, no me sentí dado de lado. Yo era el halcón, el niño y el santo. En mis ojos sus vidas se volvieron sagradas, y la verdad vino a casa: cuando la vida entera es vista como divina, a todo el mundo le crecen alas,

aquíestAré*


Una vez, entre lagrimas mencionaste
-¡nunca me sueltes!- porque sin ti hay un vacío.
Estoy en tus manos, gritabas al mundo entero...
deja aferrarme porque eres lo que necesito.

Y aquí estoy despues de 5 meses,
el equivalente a 219145,319 minutos junto a ti,
y amándote mucho más, porque creo que para esto nací
por favor pon atención que lo siguiente va por ti:

Es un secreto convertido en testamento,
tenerte en mis manos, mi mayor aliento.
Nunca me dejes, me pediste entre tus sollozos
ojos empapados por la dulzura de la miel amarga.

Culminando ese brillo celestial
con el cual tus ojos iluminan mi mañana, mi despertar.
No te dejare, no me alejare, no te engañare,
son mis fieles promesas para mi dulce princesa.

Pero quiero crear, en tu mente un castillo de ilusión
quiero verte danzar por estos pasillos de emoción
quiero abrazarte y poder elevarme con el viento
quiero tu sonrisa recorriendo todo mi cuerpo.

A tu lado estaré, esperando ese abrazo enternecedor
como la madre recibe a su hijo con amor,
aquí estaré para el latir de tu corazón,
el cual con su impulso arroja calor.

Aquí estoy, aunque tus ojos no me vean,
aquí estoy aunque tus oídos no me escuchen,
aquí estoy aunque tu cuerpo no me sienta,
aquí estoy para tu alma, bella compañera.

Eres para mi la dulcinea de aquel Quijote,
soy para ti la compañía de sancho, inquebrantable
armonía que forma el compás de tu cuerpo,
acercándose hacia a mi, un amor eterno.

Pero quiero crear, en tu mente un castillo de ilusión
quiero verte danzar por estos pasillos de emoción
quiero abrazarte y poder elevarme con el viento
quiero tu sonrisa recorriendo todo mi cuerpo.

Aquí estoy, aunque tus ojos no me vean,
aquí estoy aunque tus oídos no me escuchen,
aquí estoy aunque tu nariz no me sienta,
aquí estoy para tu alma, bella compañera.